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“La escena underground debe ser politizada”. Entrevista a Meconio.

Meconio es un dúo de Barcelona fromado por Leti y Delia. Tienen tan solo un disco grabado, Zigot, autoeditado a finales de 2015 y disponible en su bandcamp. Las Sisterhood llegamos a ellas a través de este artículo sobre la escena riot estatal publicado hace algunas semanas en Vice. Su combinación de guitarra, batería, mujeres gritando y collages sonoros nos gustó tanto que necesitábamos traerlas a tocar a Madrid cuanto antes y lo hemos conseguido. El próximo viernes 6 de mayo las tendremos tocando por primera vez en nuestra ciudad, en Maravillas Club junto a Violeta Vil en la fiesta Salvaje Primavera

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Pregunta: Además de algunos vídeos, el bandcamp y un buen puñado de fechas de conciertos pasados y por venir, apenas hemos encontrado información sobre vosotras en internet. Por eso vamos a empezar con una presentación. ¿Cómo os conocisteis y desde cuando lleváis en marcha con Meconio?

Meconio: Nos conocimos gracias al colectivo Ojala Este Mi Bici del cual formamos parte y que organiza conciertos en Barcelona desde hace 8 años. Hace más o menos 2 años que llevamos ensayando y en Junio de 2015 hicimos nuestro primer concierto como dúo. Es la primera vez que nos embarcábamos a formar un grupo. Después de tantos conciertos a nuestras espaldas era hora de subir al escenario. Sí que tocamos con otras personas y estamos empezando nuevos proyectos pero todo nació a partir de Meconio.

P: Las sistys somos muy fans de vuestro formato de banda. Una guitarra y una batería crudas que se bastan y sobran para hacer hits punk. Además, tiene mucho mérito llenar el escenario sin toda una banda que arrope y por lo que hemos escuchado, Meconio lo conseguís con creces. ¿Para vosotras el formato dúo es una decisión buscada u os habéis tenido que adaptar a las circunstancias?

M: Cuando empezamos a quedar éramos seis chicas y al principio era tan solo para probar, como un juego. En cuanto decidimos ensayar regularmente y echar para adelante la iniciativa nos reducimos a cuatro: bacteria, bajo, guitarra y guitarra/teclado. Hicimos un primer concierto con este formato pero por diferentes circunstancias nos quedamos nosotras dos solas y decidimos seguir con el proyecto, ya que nos entendíamos.

Nuestra música tiene melodías pop pero estrujadas con distorsiones y gritadas con todas nuestras fuerzas.

P: Vuestras letras son muy directas, con un discurso claro y contundente que no deja lugar a equívocos. Además, utilizáis indistintamente el castellano y el catalán para componer, algo que aporta mayor riqueza al conjunto del sonido del disco. ¿Os dejáis llevar y surge de forma natural o seguís algún criterio que os haga decantaros por un idioma u otro según la canción?

M: Normalmente primero componemos la música y la letra va surgiendo a lo largo de los ensayos. Sale de forma natural y no pensamos nunca en qué idioma lo vamos a hacer. A veces la misma tonada de la canción queda mejor con un idioma u otro, pero obviamente cantamos en estos dos idiomas porque son nuestras lenguas maternas.

P: Hemos estado investigando un poco vuestra trayectoria y nos parece que la mayoría de los conciertos que habéis dado estaban vinculados de alguna forma al feminismo o los movimientos sociales. ¿Esto es algo buscado por vuestra parte o es en este contexto donde más os llaman para tocar?

M: La verdad es que nuestro primer bolo como dúo lo hicimos hace 10 meses y hemos dicho que sí a tocar a todos los bolos que estén de acuerdo a nuestra forma de pensar,

P: ¿Creéis que en Barcelona la escena underground menos politizada es reticente a asimilar bandas con discurso explícito?

M: Consideramos que la escena underground debe ser politizada; si no, deja de ser underground. Es por eso que muchas veces las bandas con discurso explícito no tienen cabida.

P: En vuestro bandcamp os definís como punk, rock y extreme pop. Esta última etiqueta nos ha encandilado. ¿Podríais desarrollar qué significa para vosotras ser extreme pop?

M: Para nosotras extreme pop es que nuestra música tiene melodías pop pero estrujadas con distorsiones y gritadas con todas nuestras fuerzas. 

Ya tenemos en mente nuestra próxima edición y obviamente la queremos sacar en vinilo 12”.

P: Como ya indicamos en la introducción de la entrevista, os descubrimos a raíz de un artículo en el que se recopilaban algunas bandas riot grrrl. ¿Os sentís identificadas con esta etiqueta/estilo/movimiento?

M: Una de las principales características de Meconio es que no intentamos clasificarnos en ningún movimiento ni etiqueta, ha sido más la gente que ha querido incluirnos en este movimiento. Obviamente las premisas y el manifiesto de Riot Grrrl nos parecen totalmente necesarios.

P: ¿Cómo aplicáis la filosofía riot en vuestra banda?

M: La mejor manera de ser riot es siendo nosotras mismas.

P: Buscando imágenes vuestras en la red cuesta encontrar alguna en la que se os vea posando o en la que mostréis las caras. Imaginamos que esta decisión no es casualidad. ¿Evitáis explotar vuestra imagen de banda más allá del escenario?

M: Creemos que lo importante de Meconio es la música y la imagen grafica con la que queramos acompañarla, por encima de nuestra imagen física.

P: Vuestro disco se puede descargar de bandcamp a precio libre a partir de 0 euros. ¿Cuál es vuestra experiencia con este formato de distribución? ¿La gente suele aportar dinero o no hay gran diferencia con la descarga gratuita?

M: Sólo una persona ha aportado 2€ por nuestro disco por internet, por lo tanto la diferencia con la descarga gratuita podéis ver que es ínfima.

P: ¿Qué opináis de la edición en formato físico? ¿Os gustaría editar en vinilo más adelante?

M: De momento nuestra Demo o maqueta también la hemos presentado en formato físico CD hecho totalmente por nosotras (grabar discos, pegatinas, doblado CDs, etc). El formato físico es una manera de apoyar a las bandas cuando vas a sus conciertos. Somos de las que nos gusta comprarnos el vinilo después de un concierto espectacular. De hecho ya tenemos en mente nuestra próxima edición y obviamente la queremos sacar en vinilo 12”. Desde la maqueta ya tenemos cinco canciones nuevas, por lo que el vinilo no tardará en empezar a ponerse en marcha.

P: Por último, no queremos despedirnos sin que compartáis con nosotras cuáles son vuestras bandas favoritas. ¿Qué grupos creéis que han influido más en vuestro sonido?

M: La verdad es que nuestras influencias son muy diferentes y van desde bandas como The Evens, Slint, Come, Shippin News, Songs: Ohia hasta cosas de flamenco o Rockabilly como Wanda Jackson. Y por supuesto todas las bandas que forman parte de Ojala Este Mi Bici por sus tiempos rotos y destiempos como Decurs.

P: ¿Qué grupos actuales no deberíamos perdernos?

M: La lista puede ser interminable pero podemos empezar con algunas bandas: Shield Yoru Eyes, Teletexto, Za!, Decurs, Trash Kit, Her Geisha and the Boobs, Massicot, Savages, Fajardo, El Gos Binari, V!etnam, Parmesano, Candelilla, N.I.T y muchas otras más. De hecho seguro que nos dejamos alguna de imprescindible.

Entradas para nuestra fiesta Rabiosa Primavera con Meconio + Violeta Vil el próximo 6 de mayo pinchando aquí.

Kartas a Kim #9.2. Imagen e identidad. No dar nada.

Ágata Ahora. Parece que, sobre el escenario alternativo, en vez de derrumbarse los cánones y las presiones estéticas, se imponen otros. Se suman, se multiplican, se restan… oh, las capas de opresión. Seguimos hablando de la imagen y de la identidad en esta carta.  gordonpunk

“El rollo de las estrellas de rock siempre me ha parecido insincero –esterilizado y gestual, incluso ridículo-. Siempre me he sentido incómoda dándole a la gente lo que quieren o esperan de mí. En una ocasión Dan Graham, me describió la actitud de Lydia Lunch sobre el escenario, cómo se plantaba allí de pie y se negaba a moverse. <<¡Lydia Lunch es genial!>>, dijo Dan. <<Es tan fría… ¿te das cuenta de que no mueve el cuerpo ni un ápice? No le quiere dar nada al público>>. Aunque Lydia tenía una imagen pública mucho más aterradora de la que yo llegué a tener nunca, me podía sentir identificada con ella”.

Querida Kim,

No dar nada de ti misma me parece un rollo, ¿no? Entiendo que te hayas sentido “incómoda dándole a la gente lo que quieren o esperan” de ti, que como artista no quieras ser complaciente pero… a cambio, tu mensaje será otro, ¿no? No sé, me gustaría saber qué es lo que la gente quería y esperaba de ti, o qué es lo que tú creías que querían, y porqué eso te dejaba sin alternativas.

Según cuentas, por un lado estaba lo que la escena mainstream, de las grandes discográficas, la MTV, los managers y los intereses comerciales… El mercado. Ellos, como explicas en otros fragmentos del libro, querían que tu papel como música se limitara a ser “una chica”, en el sentido más normativo, y en el rol más ornamental. Pero por otro lado, identificabas otra presión desde la propia escena alternativa, como hablábamos en una carta anterior con Paula Yei Yei:

“Cuando Sonic Youth daba sus primeros pasos, hice un verdadero esfuerzo por tener un aspecto más punk, para eliminar cualquier elemento que pudiera recordar al aspecto y la feminidad de una chica de clase media del oeste de Los Ángeles”.

Desde la escena alternativa se pretende rechazar los cánones, las imposiciones… y a veces no se dinamita el sistema de poder, sino que simplemente se sistituye uno por otro. De esta manera, la feminidad de chica de clase media del oeste de Los Ángeles era rechazada en la escena punk, al igual que la identidad punk era rechazada en los barrios bien, porque no era lo que se esperaba de las mujeres (sujeto pasivo, sobre el que se depositan las miradas y se establecen los territorios). Una doble coacción que acaba siempre imponiendo una estética y una mirada (ya sea mainstream, ya sea alternativa) sobre el cuerpo de las mujeres.

Versión posh

Versión posh

Entonces, Kim, tú parece que después de intentarlo con la estética punk, al final te reafirmas en tu imagen de chica mona, pero fría y distante, sin asumir la complacencia. Como si eso fuera mucho más revolucionario porque de alguna manera lo era en tu entorno. Pero que como tu bien sabes, la feminidad hegemónica tiene implícitas muchas capas de opresión y porque sea tu elección ir con pintalabios y depilada, no se convierte en una decisión feminista. Este cómic de Everyday Feminism lo explica muy bien: las elecciones individuales están enmarcadas en una serie de circunstancias, opresiones y privilegios (no solo de género, también de clase, de raza, etc.) que es importante considerar para valorar su sentido político. Las acciones personales inciden en modelos, valores y referencias y se alimentan de las mismas. Lo personal es político, vamos. La depilación, por ejemplo, es un canon impuesto desde el patriarcado y el capitalismo occidental, y al aceptarlo lo perpetramos y lo normalizamos.

Pero oye, tampoco creo que haya que fustigarse: tomamos decisiones cediendo a las presiones del sistema, dealwithit. Yo creo que hay que escoger las luchas y aceptar cierta incoherencia. Pero reflexionando, viendo de dónde vienen las cosas, qué sentido tienen.

Y desde fuera, respetando. En ningún caso se debe aprobar o condenar la elección estética de nadie. Ella sabrá, ¿no? Si no, si todo el mundo se permite imponer su criterio sobre tu ser y estar (en el escenario y en la vida), pues entonces entiendo tu “no querer dar nada a nadie”, Kim. Entiendo esa posición como una huelga: hasta que no dejéis de exigirme que atienda vuestros cánones y valores, no os voy a dar NADA. Ni complacencia ni desobediencia, NADA.

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Kartas a Kim es un diálogo ficticio con Kim Gordon (Sonic Youth, Body/Head) a través del libro La chica del grupo (Editorial Contra, 2015). Con un té de ginseng en la mano, nos centramos en la relectura con perspectiva de género de sus experiencias en la música independiente desde los 80, y tratamos de responder preguntas como: ¿Qué significa para Kim Gordon ser la chica del grupo? ¿Cómo ha sido la experiencia de una de las grandes estrellas del rock alternativo de los 90? ¿Nos dice eso algo sobre el panorama general?

Kartas a Kim #6.3. Fortaleza y riesgos. FT Dilia (Perra Vieja)

Entrevista: Dilia (ex Perra Vieja)

“Dentro de la escena musical ruidosa y subversiva no hay cabida para la sensibilidad”

Ágata Ahora. En su libro Kim Gordon reivindica la sensibilidad como atributo necesario para la creación musical. Más allá de eso, lo defiende frente a ciertas “agresiones” que ella ha recibido desde “hombres” que emplean la supuesta emancipación o fortaleza de las mujeres para negar su emotividad: “si eres una tía fuerte, ¿a qué vienen estos lamentos?”. Yo me pregunto: ¿porqué ha de ser incompatible estar empoderada con ser afectiva? Y, ¿es cierto que este mecanismo es una herramienta de opresión contra la identidad de las mujeres músicas? Para ello, contamos en esta carta con Dilia, guitarrista de la banda madrileña recién disuelta Perra Vieja, que tiene estas cosas muy pensadas, construidas y deconstruidas.

_OGM5838“(…) todo el mundo está al tanto de las maneras, a menudo agresivas y manipuladoras, con las que los hombres a menudo ejercen el poder en el mundo y de cómo, mediante el uso de la palabra “empoderadas” para describir a las mujeres, lo único que hacen los hombres es mantener su propio poder y control”

“Entonces me preguntaba, y sigo haciéndolo ahora: <<¿Estoy empoderada? Si tienes que esconder tu hipersensibilidad, ¿eres realmente una “mujer fuerte”?>>. Kim Gordon, La chica del grupo (Editorial Contra, 2015).

Hola Kim,

No, yo creo que no, para nada, no tienes que esconderte. A mi me parece que el arte tiene que ver, en muchos casos, con la sensibilidad. ¿Hemos de ser necesariamente las mujeres quienes aportemos ese punto sentimental y carnal? Pues no, tampoco. Y… ¿es incompatible ser sensible con ser una mujer empoderada? No, desde luego que no. Pero mejor preguntemos a Dilia, nuestra guitarrista macarra de referencia.

Yo conocí a Dilia organizando un Ladyfest en Madrid. Desde el primer momento admiré determinación y la solidez de su postura feminista, muy trabajada y con las lecturas bien asentadas. También es cálida, cercana y divertida. Además durante años ha tocado la guitarra y ha hecho coros en uno de los grupos de hardcore más cañeros de la ciudad: Perra Vieja, que, parece ser, se han tomado unas vacaciones permanentes. En esta conversación me he enterado que antes tuvo otros grupos, más cercanos al grunge quizás, con los que no llegó a grabar. Perra Vieja sí tienen un disco y un legado de fieles seguidoras que las amarán forever. Ella, mientras tanto, sigue impulsando proyectos en relación con el feminismo y el punk. En una de esas, una vez hicimos una canción juntas (y con otras amigas, nos llamábamos Animalas). A saber en qué anda metida ahora. Espero que pronto la podamos ver sobre los escenarios de nuevo.

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El empoderamiento no deja de hablarnos de luchas que no paran de producirse

Ale, al lío.

P: ¿Te consideras una mujer empoderada?
R: Bueno, no creo que el empoderamiento sea una cima, una meta estática a la que llegas y de repente las tienes todas contigo. Creo que el empoderamiento no deja de hablarnos de luchas que no paran de producirse… autoestima vs inseguridad, amor propio vs vergüenza, confianza en una misma vs patriarcado… En mi caso una vez que acepto todo este potaje interno intento que no me frene, que no me paralice. Pienso si no es ahora ¿cuándo? si no soy yo ¿quién?. Y me lanzo… hay que atreverse a empujar nuestros propios límites (aunque sea un poquito) y estas pequeñas acciones empiezan a sentarse interiormente y generan más aplomo y firmeza para la próxima ocasión.

P: ¿Esto afecta a tu manera de hacer música? ¿De qué manera?
R: Supongo que todo forma parte de un proceso. Como receptora no podría entender mi existencia sin música. Fue gracias a la sororidad, la que me hizo pasar de receptora a emisora. En 1999 mis amigas querían montar “un grupo como Hole” y ellas querían que yo participara, me colgaron una guitarra y me decían que trastes tocar. En mi segundo grupo 2003 yo ya metía mis riffs y alguna letra que me gustara. Ha sido con Perra Vieja (PV) donde me he definido definitivamente, ahora compongo, melodías y letras, cada vez tengo más claro que me gusta, como quiero que suene y que es lo que quiero transmitir.

P: ¿Qué papel han tenido tú público, tu escena y tus compañeras músicas en ese empoderamiento?
R: Aquí creo que es justo hablar de grupos de mujeres. Cuando hay actitudes machistas normalmente te las callas, nos anestesiamos a nosotras mismas con toda esa basura patriarcal “no será para tanto” “eres una exagerada” lo piensas SOLA y le quitas importancia… Pero si lo compartes con otra que ha sufrido lo mismo, y con otra y otra, detectas un problema estructural que hay que señalarlo y erradicarlo. Esto me ha pasado en la música al igual que en todos los aspectos de la vida, pero concretamente en la música diría que este es un compromiso de todxs las que formamos la escena, público e intérpretes… Tengo claro que la presencia femenina visibiliza pero mantiene el estatus que no es cuestionado. Solo una presencia feminista luchará para cambiarlo generando una escena sana, igualitaria y revolucionaria.

La presencia femenina visibiliza pero mantiene el estatus (…) Solo una presencia feminista luchará para cambiarlo

P: ¿Podrías describir la escena de la que la hablamos?
R: Perra Vieja es un grupo HxC punk con letras comprometidas socialmente y hasta aquí nuestro circuito normalmente ha estado vinculado a centros sociales okupados, concierto de apoyo a causas políticas, siempre con un tinte anticapitalista y antiautoritario. Hasta aquí todo más o menos normal, ¿no?… Lo cierto es que este cambio social nosotras no lo concebíamos sin grandes dosis feministas y nos hemos encontrado con una acogida que ha ido creciendo con los años. Nuestros pogos se han ido llenando de progesterona, mujeres, lesbianas, trans se apoderan de la primera línea y se apropian de ese espacio que ha sido tan masculino por norma general. Ahora cada vez son más los festivales organizados por tías, donde se busca una alta presencia no solo femenina, si no feminista en el escenario. Es una burbuja maravillosa donde recargar pilas, donde sentir que como buenas “perras” tenemos una manada, hermanadas. Donde nos devuelven que lo que hacemos tiene sentido también para ellxs, que tiene cabida, huele a revolución, a cambio.

P: Y… ¿hay vida fuera de esa escena?
R: Si, por su puesto. Esa manada nos da fuerzas para tocar en “territorios hostiles”. Para mí, ese es uno de los mayores sentidos del gueto, recargar energía, empoderarte y salir a otras escenas más punkis, más hardcoretas y por supuesto poco feministas a priori. Y así, seguir reapropiándonos de esos espacios, recordarles a nuestros compañeros que la escena y el pogo también son nuestras, que ya nos hemos cansado de estar en la última fila y que el papel de groupie se queda bastante escaso. Como en otros ámbitos, hemos llegado para quedarnos. _OGM5747P: Por el contrario: ¿alguna vez te has sentido prisionera de tu supuesta fortaleza? ¿Crees que alguien ha empleado tu empoderamiento en tu contra?
R: Sí, y he hecho cosas que no me apetecían demasiado, solo para que haya presencia de mujeres. Pero bueno, de todo se aprende. No sé si alguien lo ha utilizado en mi contra, pero es cierto que a veces tienes la sensación de que te “utilizan” para cubrir cierto cupo de feminidad o feminismo, sin tenerlo demasiado interiorizado, ni trabajado. Pero bueno, que ya cuenten con esa presencia implica un cambio de mentalidad.

P: ¿Crees que es posible expresar sensibilidad desde un rol de tía dura?
R: Esto es algo que en Perra Vieja tuvimos muy claro, no queríamos tener un grupo de hardcore y hacerlo como “lo hacen los tíos”. Y quiero dejar claro que me encanta escuchar a Candace Kucsulain, dándolo todo y como ella a muchas tías más. Pero creo que es interesante explorar otras maneras de hacerlo. Destruir los roles es un reto activo. Yo me siento bien, cuando entre canción y canción presento algún tema, con mi acento canario y mi tono dulce… es mi manera de hablar. Y siento que la verdadera potencia está en lo que digo, cuando aludo al trabajo asalariado como sistema de control social, cárceles, aborto, represión, liberación, etc… No actuamos de ninguna manera, es auténtico, sale de nosotras. Uno de nuestros lemas ha sido “hacemos lo que nos sale de tol coño y esta es nuestra única ley” y que así sea.

Hacemos lo que nos sale de tol coño y esta es nuestra única ley

P: ¿Para ti qué relación tiene la sensibilidad con la creación musical?
R: Con los años me he dado cuenta que elegí el grunge, el punk, el hxc, rock, la música ruidosa, para transitar la rabia, canalizar la ira de manera positiva. Enchufo la guitarra y me gusta sentirme macarra, potente, poderosa… pero nunca he renunciado a mi sensibilidad. El feminismo me hizo entender que los “valores femeninos” cotizan a la alza y esta idea supura por los poros de Perra Vieja también.

P: En la música, ¿La sensibilidad sigue siendo algo de mujeres?
R: Pues mi primera respuesta ha sido: – Tristemente si.
Pero si soy estrictamente sincera creo que dentro de la escena musical ruidosa y subversiva por la que yo me muevo, no hay cabida para la sensibilidad. Esto es fácil de analizar si hacemos un símil del patriarcado con el sistema financiero (dos sistemas de dominación que apestan y debemos erradicar). Los valores asociados con lo “masculino” rudeza, ira, violencia cotizan a la alta, lo asociado a lo “femenino” la sensibilidad, la delicadeza, a la baja. En este “escalar” hacia lo masculino y “descender” hacia lo femenino… ser una tía marimacho, nos hace sentirnos empoderadas y un tío sensible tiende a ser tachado de “nenaza” (como si esto fuera un insulto).

Fue gracias a la sororidad, la que me hizo pasar de receptora a emisora

P: ¿Puedes darle algún consejo a los hombres que quieran incorporarla?
R: Les diría lo mismo que Simone de Beauvoir nos dijo a nosotras, que “No se nace hombre, se llega a serlo”. Que el “ser hombre” es un producto cultural que se ha construido socialmente. No ser delicado, no llorar, no ser sensible o mostrar debilidad es tan absurdo como, no reír cuando algo te hace gracia, no enfadarte si alguien excede tus límites, o no beber agua si tienes sed.

Kartas a Kim es un diálogo ficticio con Kim Gordon (Sonic Youth, Body/Head) a través del libro La chica del grupo (Editorial Contra, 2015). Con un té de ginseng en la mano, nos centramos en la relectura con perspectiva de género de sus experiencias en la música independiente desde los 80, y tratamos de responder preguntas como: ¿Qué significa para Kim Gordon ser la chica del grupo? ¿Cómo ha sido la experiencia de una de las grandes estrellas del rock alternativo de los 90? ¿Nos dice eso algo sobre el panorama general?